Un objetivo básico de la Universidad es la formación de un alumnado interactivo, reflexivo, crítico, que construya por sí mismo su propio conocimiento. Para conseguir esto, sin negar la importante función instructiva que ocasionalmente puede cumplir la lección magistral del profesor, una labor fundamental del profesor ha de ser la de fomentar, apoyar y orientar el trabajo y el aprendizaje autónomo individual y/o de grupo. La finalidad de ello no es otra que la de desarrollar la capacidad de pensar, de afrontar problemas prácticos relacionados con la especificidad de cada materia y de buscar posibles soluciones para los mismos. Todo ello con el propósito de lograr que los futuros graduados estén en condiciones de reaccionar satisfactoriamente ante los diversos escenarios que puedan presentárseles en su futuro profesional, así como prepararlos para desempeñar las tareas que hayan de acometer en tales escenarios con iniciativa y eficiencia.

Para conseguir estos objetivos se requiere de una adecuada programación del proceso de enseñanza-aprendizaje, a partir de la que, tanto el profesor como el alumnado, puedan disponer de una guía clara acerca de lo que se trata de conseguir, de cómo lograrlo y de qué manera se van a verificar los resultados.

En contraste con el quietismo y el conservadurismo, tan habituales en las sociedades tradicionales, el cambio social permanente viene siendo un rasgo fundamental de la sociedad industrial moderna desde sus orígenes. Como es sabido, las grandes transformaciones sociales a que dieron lugar la emergencia y la evolución de dicha sociedad fueron un acicate para el nacimiento y el desarrollo de la Sociología, en tanto que Ciencia que trataba de dar cuenta de tales cambios, de explicarlos y afrontarlos. La frecuencia, la intensidad y la cotidianeidad de los cambios son de tal magnitud en las sociedades modernas avanzadas de nuestros días que éstas, tanto si son urbanas como rurales (las fronteras entre ambas son cada vez más difusas), no pueden ser entendidas, ni adecuadamente encarados sus retos, sin un conocimiento de las dinámicas de transformación en las que las mismas están inmersas.

Para los futuros egresados en Desarrollo Rural, es muy importante del estudio de esas dinámicas; sobre todo en un contexto de creciente marginación, pobreza, exclusión y de lo que se conoce como nuevas realidades y ruralidades.

Específicamente, el presente curso pretende lograr que el alumno posea un conocimiento de los conceptos que permiten comprender los problemas y tendencias fundamentales del medio agrario-rural en la actualidad. En este sentido, los alumnos han de conocer los puntos clave acerca del debate en torno al concepto desarrollo rural frente al futuro de la agricultura y el medio rural latinoamericano en el contexto global del que formamos parte.